Por: Alexandra Ivanova, directora Revista Pasacalles
Foto: obra de la pintora generaleña, Vivian Leiva
24 octubre 2016
“¡Ni una más!”. Bajo este lema se está desarrollando una campaña en los medios digitales y redes sociales, con el fin de poner el fin a la violencia contra las mujeres, lo mismo que ayudar a las féminas que pasaron por la violencia o acoso sexual a hablar de la forma abierta sobre este tema.
Desde su inicio, la iniciativa ha provocado una explosión de comentarios, tanto positivos como negativos. Sin duda alguna, se trata de un problema realmente serio y que necesita de una solución urgente; además, hay muchos hombres afirmando que apoyan la campaña.
¿No obstante, si los hombres y mujeres realmente están unidos en esta lucha? ¿Serán tan solo las manifestaciones, pancartas y confesiones públicas una verdadera solución?
Hace más de un año, tuve una conversación con un vecino de la zona Sur, quien prefiere no revelar su identidad. Por pura casualidad, él me comentó que decidió terminar una relación con la joven con que estaba saliendo, precisamente debido a una confesión que le hizo.
“Ella me contó que cuando era niña, fue violada. No puedo continuar esta relación, ya que me da cosa. Tal vez, me van a juzgar mal y sé que está muy mal lo que decidí, pero no me puedo superar. Es algo que preferiría no saber”, dijo el joven.
Y ahora, cuando este tema está dando mucho de que hablaren todo el país, me acordé sobre esta conversación, por lo que surgió la siguiente pregunta.
¿Cuántos hombres están dispuestos a apoyar a una mujer que sufrió una violación, abuso o acoso sexual? ¿No juzgarla, sino darle su cariño? ¿Tener paciencia, ayudarle a borrar los malos recuerdos y devolverle el gusto por una parte tan importante de la relación entre un hombre y una mujer? ¿Formar una pareja con ella y abordar la situación, como si fuera la recuperación después de un accidente? ¿Qué harían para lograr todo esto?
Hablando de la equidad de género, sería muy injusto dejar a las mujeres solas en la lucha contra este problema y hacer un llamado solo a ellas a compartir sus experiencias.
Por supuesto que es un derecho de cada persona hablar o no hablar sobre el problema, pero para muchas de las que tomaron la decisión de contar su historia, no ha sido nada fácil.
Por ello, sería importante escuchar la otra parte, o sea, las historias de aquellos hombres que lograron a ayudar a su pareja a superar este trauma y que podrían ser un gran ejemplo y ayuda para muchas personas.
Reitero que cada uno tomará si propia decisión de referirse o no al tema. Pero dentro de esta lucha, es necesario destacar la voluntad de aquellos varones que la apoyan sinceramente, no solo con palabras sino con hechos y estarían dispuestos de compartir testimonios con unos hashtag como #borrandorecuerdos.