Prof. Fernando Herrera
Filólogo y editor
Costa Rica es un país extraño, pero más sorprendente son algunas de las cosas que han sucedido en nuestra historia. En la Historia grande, la que nace de los hechos políticos, encontramos verdaderos contrasentidos. El primero, en orden de mi memoria, destaco el fusilamiento de Juan Rafael Mora Porras, presidente despierto que salvó a nuestro país de la invasión filibustera, salvando así a Centroamérica de la esclavitud.
Pocos hechos como éste rayan en la esquizofrenia. Aun hoy día al leer las crónicas de ese espeluznante crimen caemos conmovidos por tanta maldad y locura. Pero este será tema de otro ¿Qué hora es? Porque a mí también me interesan los hechos de la Historia pequeña, aquella que está vinculada con el diario vivir de la gente. Estos hechos menudos a veces ofrecen más información de la psicología humana que veinte tomos de estadísticas. Esla misma idea de Joaquín García Monge cuando decía: “DECLARA LUGONES QUE MEDIO DOCENA DE LOS ROMANCES DE AQUILEO Y OTRA MEDIA DE LOS CUENTOS DE MAGÓN, DAN MÁS IDEA DE COSTA RICA QUE VEINTE TOMOS DE ESTADÍSTICA”.
Pues bien, esta menuda crónica que transcribo a continuación y extraída del periodismo nacional ofrece un contrasentido más del duro vivir de los ciudadanos de a pie, porque el que vive acomodado no tiene problemas. La pobreza no solo condena al que la sufre sino que al querer superarla por esfuerzo personal los resortes del sistema injusto suelen volverse contra estos sujetos, haciendo cada vez más difícil la existencia de estos sectores sociales. ¡Meditad sobre esta cruda realidad que no se puede esconder y que aún persiste por desgracia!
Lo mandan a la cárcel por pedir trabajo
“El compañero Juan Rafael Arguedas fue víctima de un proceder arbitrario del Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación. El lunes de la semana que termina se presentó el compañero Arguedas a la Oficina Técnica de Trabajo a saber la razón de trabajo que se le había ofrecido para el Guanacaste. Una empleada de la oficina, en tono despectivo, le contestó que ya las listas de trabajadores habían sido mandadas por el diputado Matías Sobrado, y que además, se trataba de un trabajo de técnicos. Ante tal contestación, el compañero Arguedas dijo que tal proceder no era serio para la Oficina, y que además necesitaba hablar con el jefe de la oficina. La empleada optó por echarlo de la oficina con la policía. Arguedas se dirigió a la Secretaría de Gobernación con el fin de averiguar las horas de oficina del Ministro, pero al salir del ministerio fue hecho preso por orden del Oficial Mayor del Ministerio de Gobernación, Ricardo Toledo, y conducido a la Primera Sección de Policía, donde estuvo más de una hora. Nosotros protestamos de la falta de seriedad de la Oficina Técnica de Trabajo y del proceder arbitrario del Oficial Mayor, puesto que el único delito cometido por Arguedas era el de andar buscando trabajo
[Trabajo. Órgano del Partido Comunista de Costa Rica, 14 de noviembre de 1936]