Por: Alexandra Ivanova
Mientras que algunas mujeres consideran que los oficios domésticos y el cuido de niños les puede impedir realizar sus planes profesionales y califican el papel de ama de casa como poco apropiado para una mujer moderna, una gran cantidad de féminas demuestran que dedicarse al hogar y a la crianza de los hijos es un trabajo que no es menos complicado que cualquier otro oficio. Inclusive, este puede ser un proyecto de vida, sobre todo, si se cuenta con el apoyo de la pareja y familiares.
En marco de la conmemoración del Mes de la Mujer conversamos con la joven generaleña que optó por dedicarse al hogar y a la vez, desarrollar sus proyectos personales.
Las obligaciones que conlleva el hecho de ser madre de una familia numerosa no impiden a María Rosario Vargas Jiménez a aprender cosas nuevas y adquirir los conocimientos necesarios para desarrollar su emprendimiento.
La unión familiar y los valores cristianos han sido fundamentales para María Rosario y su esposo, quienes son padres de cinco hijos, tres niñas y dos varones.
“Lo más importante para nosotros es tener fe y sentir que Jesucristo no nos abandona. A los dos nos gustan mucho los niños y siempre quisimos tener varios hijos, por lo que decidimos tener una familia numerosa. La unión familiar también nos ayuda a salir adelante todos los días”, destacó la joven.
A sus 28 años de edad, María aprovecha los ratos libres para superarse, por ello, asiste a los cursos que se imparten en el Complejo Cultural de Pérez Zeledón dentro de las diferentes iniciativas desarrolladas por la Municipalidad. Asegura que el apoyo de su esposo ha sido clave para que ella pueda dar seguimiento a sus estudios.
Los cursos también le ayudan a la madre de familia a descansar y reponer las fuerzas después de los días llenas de trabajo y quehaceres del hogar.
“No lo veo como una carga o una obligación más, sino es mi forma de recargar energía y cambiar de actividad”, agregó Vargas.
Madre y emprendedora
Para aprender cosas nuevas y prepararse como emprendedora, la madre de cinco niños aprovecha los cursos libres que se imparten en el Complejo Cultural, como parte de las diferentes iniciativas de la Municipalidad. ¡El año pasado María recibió un reconocimiento por haber concluido catorce cursos!
Durante la última capacitación que recibió, María aprendió a usar las herramientas digitales en el Laboratorio de Innovación Comunitario y destaca que es muy importante buscar las posibilidades de superación.
“Cumplir con las obligaciones del hogar y estudiar al mismo tiempo es difícil, pero no imposible. Cuando una persona tiene ganas de superarse, hace todo lo posible para sacar un ratito para ello. A veces me pongo a estudiar por las noches y asisto a los cursos en el horario cuando mis hijos mayores están en la escuela”, contó.
Añadió que su hija mayor tiene doce años de edad, mientras que sus otros hijos tienen diez, siete, cuatro y dos años de edad.
En los tiempos de pandemia María Rosario empezó a desarrollar su propio proyecto, la preparación de chileras artesanales y contó que su sueño para el futuro es llegar a tener un restaurante.
“Mis hijos me decían que las chileras son muy ricas, por lo que empecé a prepararlas para vender y me ha ido muy bien”, dijo la joven emprendedora.
Finalmente, Vargas destacó que espera utilizar los conocimientos que adquirió durante el curso de manejo de redes sociales para promover su producción.