La primera mujer conductora de autobús asumió una ruta urbana en Pérez Zeledón
Por Alexandra Ivanova/Kristel Alvarado
Con una sonrisa y mirada radiante, ella recibe a los pasajeros que se dirigen a realizar sus actividades cotidianas en el trayecto desde Barrio Morazán hasta el centro de San Isidro de El General. Aprovecha los diez minutos de descanso frente a la plaza de deportes de Morazán para una u otra llamada a sus seres queridos y empieza el siguiente recorrido con el volante de la “urbana” en manos. Ella es Johana Martínez Salazar, quien ha sido primera mujer contratada por la empresa Transportes Blanco como conductora de autobús.
A vísperas del Día Internacional de la Mujer, Revista Pasacalles conversó con la dama que se abrió el camino en el gremio que durante muchos años había sido considerado como masculino.
Diez años en las carreteras
Su sueño de niña no tenía que ver nada con los motores pues soñó con ser veterinaria, no obstante, los autobuses y camiones también le llamaban la atención y provocaban curiosidad. Oriunda de San José, Martínez pasó su infancia en Pérez Zeledón, donde vivió hasta 13 años de edad.
“Mi niñez fue un tiempo hermoso, por lo que tengo recuerdos demasiado lindos y me encantaría volver a aquellos tiempos. Aunque me gustaban los buses y los trailers, nunca me imaginé que tendría la capacidad para manejar un bus”, expresó.
Antes de llegar a la empresa transportista que tiene a cargo una gran cantidad de rutas del cantón generaleño, doña Johana condujo autobuses en diferentes rutas de San José durante 10 años; además, fue taxista, manejó buses turísticos y de transporte de estudiantes y trabajó como recepcionista en un hotel.
“En Trasportes Blanco me contactaron por medio de uno de los jefes, don Darío y él fue quien decidió darme la oportunidad por ser mujer. Él fue quien converso con don Iván y doña Raquel y entre los tres tomaron la decisión de recibirme en la empresa”, contó Martínez.
Sin embargo, doña Johana confiesa que el camino que ha escogido no ha sido fácil y en algunas ocasiones pensó abandonar esta profesión, no obstante, siempre ha encontrado las fuerzas para seguir adelante.
“Cuando topas con personas que te quieren cerrar las puertas por ser mujer, por el machismo que existe y algunas veces una como mujer decide terminar, pero analizándolo bien, veo que hay más personas que nos apoyan en esta pasión pues esto para mi es una pasión realmente”, dice la conductora.
Este apoyo es lo que ayuda a doña Johana a ser amable, y eso que todos los días procesa el flujo de pasajeros que a veces están de mal humor porque quizá tuvieron un mal día.
“Siempre trato de estar tranquila, lo que para mí es un poco difícil, porque siempre tuve un temperamento muy fuerte, pero con el pasar de los años la madurez me ha ayudado a modificar un poco mi pensamiento hacia el usuario o las personas que quieren maltratarlo a uno. Eso me hace reflexionar y como sé que es lo que a mí me gusta, trato de aguantarme en el momento, aunque hubo momentos en los que lloré para desahogarme. Pero igual, limpio mis lágrimas y sigo adelante, ya en la otra carrera voy como si nada hubiese pasado”, comentó.
La conductora asegura que ha pasado por experiencias buenas y malas dentro de las unidades de los buses, inclusive tuvo una colisión muy fuerte contra un tren que la marcó por mucho tiempo.
“Sucedió en San José y fue lo peor que había pasado, pero fue una experiencia. Y como dicen, de los errores se aprende. Entre las cosas buenas, es cuando gente me dice: “Mamita, muchas gracias, que Dios la bendiga, la felicito” pues todo esto más bien me motiva”, destacó Martínez.
Superando barreras
A criterio de algunas personas, los aspectos fisiológicos del cuerpo femenino, así como la menstruación y los cambios hormonales, pueden ser un impedimento para desempeñar ciertas profesiones y actividades. No obstante, doña Johana considera que una mujer sí puede acomodarse a las rutinas tomando en cuenta estos procesos.
“Para una mujer, es complicado, ya que un hombre en cualquier momento puede hacer sus necesidades fisiológicas y tiene más facilidades en cuanto a eso. También hay patrones que pueden decir: “Mejor no, por que es mamá y va a estar pidiendo permisos por sus hijos, por una emergencia”. En mi caso, al inicio si fue difícil por que tenía una bebé cuando volví a conducir, pero con el paso del tiempo supe acomodarme. Sí tengo mis necesidades, pero, gracias a Dios las mismas personas lo apoyan a uno, se acercan y me ofrecen sus baños o cualquier cosa que necesite. Las mismas personas ayudan a una irse abriendo un espacio y romper esa barrera que por el hecho de ser mujer no se le deban abrir las puertas por sus necesidades fisiológicas, hijos, emergencias, entre otras cosas”, dijo Martínez.
No obstante, en los años anteriores doña Johana no evitó la discriminación y fue despedida de una empresa de autobuses cuando quedó embarazada. Sin embargo, dentro de un tiempo volvió a la misma empresa y fue bien recibida.
Doña Johana también destaca que la precepción negativa hacia las mujeres aún existe en el gremio, pero hoy en día las féminas sacan muy bien la tarea de romper barreras que se les presentan.
“Día a día se nos abren más puertas y véame aquí donde estoy ahora, gracias a que me abrieron las puertas”, expresa con mucho agradecimiento.
Estar con sus hijas es su mayor alegría
Ser jefa del hogar es el papel que asume doña Johana cuando termina su jornada laboral pues es divorciada y madre de tres hijas, una de ellas con un trastorno del espectro autista.
Martínez asegura que su familia siempre la ha apoyado en sus actividades y, a pesar de las dificultades que implica su trabajo, encuentra el tiempo para atender las necesidades de sus hijas y familiares, tanto del hogar como emocionales. Por su lado, ellas han aprendido a distribuir los quehaceres domésticos para brindar el apoyo a su madre.
“Muchas veces es un poco difícil porque algunas veces salgo en la madrugada, llego muy tarde y solo tengo un día libre a la semana para hacer y atender lo que no hice durante toda la semana. Muchas veces nos comunicamos a puro teléfono, porque me dicen: “Mami, necesito tal cosa” y trato de hacer lo mejor posible para ayudarlas. En el caso mío, tengo una niña de 7 años de edad y tiene un grado de autismo leve; ella desea que yo esté todos los días en la casa o que llegue temprano, me dice: “Mamá, dígale a su jefe” y yo le respondo que sí, pero que la mamá tiene que trabajar y no puede faltar porque ocupa el dinero”, confesó la conductora.
En sus quehaceres domésticos doña Johana cuenta con la ayuda de su hija mayor que tiene 16 años de edad, no obstante, lo hace cuando tiene la posibilidad pues está terminando sus estudios en el colegio. Por ello, la madre de familia dedica su día libre a los asuntos que no logró atender durante la semana.
Según contó doña Johanna, su trabajo no fue el motivo de su separación, más bien, el divorcio la impulsó a empezar a trabajar como taxista y después llegó la curiosidad por manejar microbuses de estudiantes y luego el bus urbano.
Pasar un rato libre con sus hijas, compartir con ellas y llevarlas a pasear, a comer o de compras, para la conductora, es su mayor alegría.
“Cuando tengo tiempo y la posibilidad económica para hacerlo, me siento muy feliz compartiendo con mis hijas, ya que en estos tiempos es difícil, pero el poder comprarles lo que ellas necesitan es mi mayor felicidad”, resaltó.
El sueño por el cual lucha doña Johana junto a sus hijas, es construir su propia casa. Según ella, este fue uno de los motivos de regresar a Pérez Zeledón, ya que considera que aquí tendrá más facilidad de llegar a tener una casa. Tampoco descarta la posibilidad de emprender un negocio, sin embargo, asegura que el bus siempre será su preferido.
Conmemorando el Día Internacional de la Mujer, doña Johana comparte un mensaje a las mujeres generaleñas y les insta a luchar por sus sueños.
“Quiero decirles que se animen porque a veces algunas de nosotras se sienten cerradas y temen a que no les van a dar un espacio por el machismo, pero vean que no, que yo estoy acá y así como a mí me abrieron las puertas, a ellas también les van a abrir. Como mujer, les ofrezco mi ayuda en lo que necesiten, aquí voy a estar por si les puedo ayudar con algún asesoramiento”, concluyó.